Galardón para Colombia en Cumbre sobre Biodiversidad


Fuente: EL TIEMPO
Fecha: 22/10/10

La Corporación para el Desarrollo Sostenible del Archipiélago de San Andrés -Coralina- obtuvo el galardón.

Este es uno de los premios más importantes del planeta, que entrega la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (Uicn, por sus siglas en inglés), considerada como una de las más grandes entidades ambientales del mundo, que aglutina a más de mil organizaciones gubernamentales, además de diez mil científicos voluntarios en más de 150 países.

Elizabeth Taylor Jay, directora general de Coralina, señaló que este reconocimiento pone a Colombia en un destacado lugar dentro de la comunidad internacional en materia ambiental.

Coralina recibe el premio por sus esfuerzos en el establecimiento de un modelo de desarrollo sostenible para el Caribe que se ha convertido en ejemplo de convivencia multicultural y de aprovechamiento de los recursos naturales.

La Uicn también destacó el esfuerzo de la entidad por lograr resultados notables en su entorno marino, nominado para convertirse en Patrimonio de la Humanidad y que ahora abarca más de 200.000 hectáreas de arrecifes, manglares y pastos marinos que ayudan a proteger a 407 especies de peces, así como corales, esponjas y otras especies.

Bill Jackson, director adjunto de la Uicn, resaltó que "el trabajo de Coralina para cumplir con su compromiso con la biodiversidad es extraordinaria y sus acciones, como para muchos otros socios de Cuenta Atrás 2010, inspirará a los futuros compromisos de proteger e invertir en la diversidad biológica".

En la Cumbre Mundial de Nagoya, los 193 países asistentes discuten cómo fijar los nuevos objetivos para frenar la pérdida de biodiversidad antes de 2020, encontrar un acuerdo internacional sobre la condiciones de acceso de las industrias a los recursos genéticos de los países mas biodiversos y definir las ayudas a las naciones más pobres para proteger los recursos naturales.

Más de 20 mil especies marinas nuevas dejó censo en el mar

fuente: EL TIEMPO
fecha: 06/10/10



El censo internacional, que duró 10 años, fue realizado por 2.700 expertos en 80 naciones. Durante la investigación descubrieron criaturas como un 'cangrejo yeti' de garras velludas, peces luminosos en las oscuras profundidades, un langostino que se creía extinto desde la era jurásica y un pulpo de 7 metros de largo.

Su realización tuvo un costo de 650 millones de dólares. El proyecto , que reconoció que la mayoría de los tipos de criaturas evadieron el censo y aún debían ser encontradas, también documentó la pesca excesiva de bacalao y atún, los peligros del petróleo y otros contaminantes, además del impacto del calentamiento global.

"La novedad sobre los océanos es al mismo tiempo muy buena y muy mala", dijo Paul Snelgrove, de la Memorial University de Canadá, quien compiló el reporte final de un censo que encontró más vida de lo esperado entre el Océano Ártico y los respiraderos volcánicos.

El documento elevó la estimación del espectro conocido de animales y plantas marinas más grandes que un microbio, desde gusanos a ballenas azules, a casi 250.000 desde la cifra previa, que era de 230.000. También estimó que quedaban unas 750.000 especies adicionales por ser descubiertas.

Científicos dijeron que los mayores vacíos se encontraban en tractos sin explorar de los océanos Ártico, Antártico y Pacífico oriental. Gran parte del profundo suelo marino ha sido apenas sondeado, destacaron.

"Hay una enorme oportunidad", dijo Jesse Ausubel, cofundador del censo y director del programa en Alfred P. Sloan Foundation. "Allí hay tres especies a ser descubiertas por cada una que conocemos", agregó.

El censo encontró más de 6.000 posibles nuevas especies, lideradas por crustáceos y moluscos, e hizo descripciones formales de más de 1.200 de ellas.

Los científicos dijeron que el censo enfocó exitosamente la atención pública en la belleza y variedad de la vida marina, por lo que podría ayudar en los esfuerzos por salvaguardar los mares.

Ganado emitirá menos gases con ingesta de pastos mejorados

Fuente:EL TIEMPO
Fecha:02/10/10

Los investigadores de la Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria (Corpoíca) están analizando muestras de pastos Brachiaria humidícola, para incentivar su uso.

"El proyecto es financiado por el Ministerio de Agricultura y hace parte de la búsqueda de alternativas de adaptación y mitigación de los efectos de cambio climático en los sistemas productivos agrarios", dijo Arturo Vega, director de Corpoíca.

El trabajo lo lidera la investigadora Sony Reza, del Centro de Investigación Turipaná (Cereté, Córdoba). Su área de trabajo es el valle medio del río Sinú y se ejecuta en alianza con la Universidad de Córdoba, el gremio de los ganaderos de ese departamento (Ganacor), con la asesoría del Centro Internacional de Agricultura Tropical (Ciat).

"Los fertilizantes nitrogenados utilizados en los cultivos (como los pastos) se pierden entre 50 y 70 por ciento, debido a que el nitrógeno se convierte en óxido nitroso, uno de los gases de efecto invernadero con mayor potencial de calentamiento. Esto implica pérdidas económicas para los productores y contaminación ambiental.

"Ahora, las brachiarias, en determinados suelos pueden usarse en la ganadería, ya que sus raíces producen unas sustancias que reducen la capacidad de formación de óxido nitroso" explicó Sony Reza.

Agregó que, en particular, la especie que se investiga (Brachiaria humidícola) es excelente para suelos ácidos y aquellos de baja fertilidad, por lo que resulta ideal para Colombia y Latinoamérica el usarla como pastura en ganadería.

Después de un período de evaluación de siete meses, los resultados parciales corroboraron, en campo, la capacidad de ese pasto para reducir la emisión de óxido nitroso.

Desde otro frente de trabajo, el Servicio de Investigación Agrícola (ARS) del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (Usda). ha desarrollado fertilizantes que pueden reducir las emisiones, con el uso de urea en forma de bolitas recubiertas de polímero, mezclada con otras sustancias, que permiten al fertilizante mantenerse en el suelo por más tiempo. Así, las reducciones se calculan entre 30 y 50 por ciento.